Las clases se dan en inglés con traducción al chino, coreano y español. Se requiere una radio FM y auriculares para todos los que se entrenan. Algunas clases se imparten en inglés, chino, coreano y español en aulas separadas.
Si tiene la intención de participar en el Entrenamiento de Tiempo Completo de Edad Mediana, debe desde ahora vivir su vida con el entrenamiento en mente. Consagrar su vida a Él y dar al entrenamiento la prioridad sobre sus demás objetivos.
Se sugiere que los entrenantes hayan leído toda la Biblia al menos una vez. Además de la Biblia, se anima a los entrenantes que lean algunos de los libros de la lista de libros antes de ingresar al entrenamiento.
Probablemente el requisito primordial para el entrenamiento a tiempo completo es poseer un corazón dispuesto a ser entrenado. Si usted tiene el anhelo de ser un miembro viviente, vencedor y activo en el Cuerpo de Cristo y está dispuesto a permitir que el Señor lo toque y lo perfeccione, este entrenamiento lo beneficiará considerablemente.
Los entrenantes viven en viviendas asignadas o en sus propios hogares y viajan diariamente. Los entrenantes en las viviendas asignadas viven en un vecindario cercano al centro de entrenamiento. Se les anima a utilizar sus propios vehículos o compartir el transporte con otros entrenantes para ir a clases del entrenamiento y/o a otros lugares de reunión. Las viviendas son cómodas y acogedoras y proveen una excelente oportunidad para edificarse unos con otros.
Los entrenantes tienen un día libre a la semana desde las 4:00 p.m. del día del Señor hasta las 5:45 p.m. del lunes. Utilizan este tiempo para ocuparse de cosas prácticas como lavar su ropa, hacer ejercicios, visitar lugares de interés cultural, leer o para descansar. También tienen una hora y media de tiempo libre todas las tardes. Los entrenantes utilizan este tiempo para hacer ejercicio o para descansar.
Todos los entrenantes son asignados a servicios semanales que cubren las áreas de preparación de alimentos, limpieza y mantenimiento de los pasillos y pasar la aspiradora. Los servicios asignados a cada entrenante varían de una semana a otra brindándoles así la oportunidad de compenetrarse con sus compañeros, además de servir en diversas áreas.
“Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene… Hágase todo para edificación.” 1 Co. 14:26
La mayoría de las clases del entrenamiento tienen exámenes orales o escritos a la mitad y al final del término, dependiendo del tipo de clase y del profesor. En los exámenes orales, se suele pedir a los entrenantes hablar sobre algún punto de la verdad o testificar sobre alguna experiencia personal con el Señor o simplemente compartir lo que han disfrutado en la Palabra o en el ministerio. En algunas ocasiones por causa del perfeccionamiento, los entrenadores llaman a determinados entrenantes al frente de la clase para que hablen individualmente. Sin embargo, normalmente esto se hace en grupos. Aquí la luz es abundante, pero esta luz resplandece en una atmósfera de amor. Al ejercitar un espíritu de aprendiz a través de escucharse unos a otros, todos somos animados y edificados juntos.
Algunas de las clases tienen exámenes escritos. Estos exámenes prueban hechos más objetivos, como por ejemplo: ¿cuáles son los 4 logros de Cristo en la etapa de la encarnación? Las preguntas se basan en el material de lectura asignada o en lo que se expuso en clase. Las preguntas se utilizan principalmente para destacar los puntos importantes y los principios que necesitamos conocer. La calificación numérica se utiliza para evaluar todos los exámenes. A los entrenates que no superen la calificación aprobatoria se les dará la oportunidad de tomar un examen de recuperación con ayuda adicional para aprobar.